¿Qué nombre le pondremos? ¿Cómo le llamaremos?. No podemos
descifrarle, pero tenemos que nombrarle.
Todos quieren tomar parte al momento de dar su opinión. Uno dice, ¨déjenme a mí, yo
soy el doctor, yo he de saber el porqué de su condición¨.
Otros dicen ¨un mal
ha de ser, en venganza una bruja algún sortilegio le ha dejado caer¨.
Al fondo con voz fuerte dice un hombre levantando un libro
pesado, ¨dejad esto al gran ser, el con su nombre la librara de esa maldición y
libre de nuevo podrá ser¨
Mientras todos opinan sobre mi condición, formando un mar de
opinión, yo sigo viendo ojos donde nadie
ve, todos los rostros de mi memoria se reflejan a mí alrededor, y veo la sonrisa sínica del despiadado
destino, sin embargo he decidido no desfallecer.
Me refugio en mi barcaza, y el mar de palabras la embiste con
fuerza, amenazando con destrozarla; lejos de darme fuerzas para enfrentar la
tormenta sus voces me abruman aun más que el gigante rayo que me atormenta.
Pero sigo firme, sabiendo que junto a mi amigo fiel podre
derrotar a cualquier gigante, no importa
cuánto sacudan mi barca siempre saldré triunfante.